No todo fue color de rosas en la vida del "matador" ya que en un
momento Silvia Peirú queda embarazada y le hizo creer que era de él,
después se comprobó en la Justicia que no era y por eso le quitó el
apellido al chico de nombre "Santino". "Descubrí por cartas que le llegaban a ella del verdadero padre, igual
yo ya venía sospechando. Es duro pero más duro es que te digan que es tuyo y no
es. Ella no quería hacerse el ADN y fuimos a una fiscalía y se descubrió que no
era mío. El padre se hizo cargo y todo", narró con tristeza y agregó
"Después de eso nunca más hablamos, yo había fantaseado mucho con ser
padre, pero cuando nació yo lo acaricié y no sentí un carajo. Fue algo raro"."No me quiero morir nunca, quiero vivir 200 años. Sigo fumando porque
no me drogo ni tomo, algo hay que hacer. Los mejores viajes son adentro de 4
paredes, no conozco a nadie que haya escrito un buen tango sin haber tomado
mucho whisky. Hubo una época en que me drogué con drogas duras pero te destruye.
La dejé porque tuve un Dios aparte, pero no me arrepiento", expresó.
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