Varias fuentes y medios franceses aseguran que el matrimonio del
príncipe Alberto II de Mónaco y su esposa, la princesa Charlene,
Charlene Wittstock de soltera, está atravesando por una grave crisis.Mientras el príncipe Alberto II se encontraba en los Juegos Olímpicos
de invierno, su esposa prefirió pasar unos días de vacaciones en las
soleadas playas caribeñas de San Bartolomé, Saint Barth, el nombre
coloquial de Saint-Barthélemy, donde ciertas élites francesas se
refugian en busca de temperaturas tropicales. Las fotos publicadas por
Bunte, en Alemania, y por Voici, en Francia, muestran a una princesa de
Mónaco en alegre compañía de divertidos señores de cierta edad.
Oficialmente, se trata de personalidades bien conocidas del príncipe
Alberto y sus hermanas, las princesas Carolina y Estefanía.Oficialmente, el príncipe Alberto conocía los detalles del viaje de
su esposa, cuando él estaba obligado a cumplir con los compromisos
protocolarios de un Estado presente en los pasados Juegos Olímpicos. A
la espera de otras explicaciones, la prensa francesa considera que puede
hablarse de una “crisis sin precedentes” en el matrimonio principesco.
Crisis agravada, dicen, por las tensiones surgidas entre Charlene,
Carolina y Estefanía.No es la primera vez que se habla de una crisis entre Alberto y su
esposa. Si es la primera vez que los rumores tienen un bastante tono
agrio, con muchos frentes de mal entendimiento amoroso.“Tardan en llegar los hijos esperados por contrato, prematimonial”,
aseguran las fuentes menos piadosas, dando a entender que la vida íntima
de Alberto II y Charlene es inexistente.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario