Las disputas familiares empañaron los últimos años del que fuera niño
prodigio de Hollywood, Mickey Rooney y amenazan con no cesar tras su muerte.
Tras la pelea legal sobre dónde sería enterrado, sus hijos y su mujer se han
manifestado en desacuerdo con el testamento de Rooney y, al parecer, ya están
buscando asesoramiento legal para revocarlo.Según trascendió la semana pasada, el actor dejó su patrimonio a su hijastro
y cuidador, Mark Aber, con quien vivía en Studio City, un barrio al norte de Los
Ángeles. Aunque el actor murió sin dinero y con deudas con la impositiva
estadounidense (sólo tenía 18.000 dólares en sus cuentas bancarias cuando
falleció), la verdadera fortuna serían sus royalties y remanentes.Sin embargo, la octava esposa del actor, Janice, asegura que el testamento es
inválido y se hizo sólo un mes antes de que Rooney falleciera, cuando éste no se
encontraba en plenas facultades para redactar este documento.También los hijos del actor, liderados por sus hijas Kimmy Sue y Kelly Ann,
quieren que el testamento sea examinado por expertos legales, según una fuente
citada por RadarOnline. “Kimmy Sue era la única hija biológica con la que Mickey
estaba cercano, así que está furiosa al haber sido desplazada por un hijastro
que sólo ha estado en escena unos años”, asegura la citada fuente.“Hay poco amor entre los hijos y [su mujer] Jan y su hijo Chris [quien fue
acusado por el actor de esquilmar su fortuna], pero todos ellos coinciden en que
[la herencia] no debería ser para Mark. Es la última persona para la que debería
ir”.
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