"Irina, te amo", ese grito desaforado y que resonó en el terreno de juego en una suerte de eco interminable, fue sellado por Gabriel Omar Batistuta (1996) frente al universo en toda su intensidad, ese momento tan pasional que sentía.En efecto, jugando para la Fiorentina frente al Milan, su tanto
adquirió el sabor de una conquista que tenía otras lecturas. Irina era
la mujer con quien se había casado años antes y, que fruto de esa
relación, nacen luego Thiago, Lucas y Joaquín.Sin embargo, nada es perecedero en la vida y como una verdad de
perogrullo, tampoco la vida misma y menos el amor. La pareja si bien convive entró en crisis y
el ex goleador de varias hazañas con nuestro seleccionado se encuentra
viviendo un pasional vínculo con una mujer mucho más joven que él.Ambos están en Santa Fe, pero duermen en camas separadas. El gran
Bati viene de ser manager en Colón y se dijo, por otra parte, con una
posible candidatura para intendente de la capital provincial.Lo concreto es que Gabriel, de acuerdo a importantes fuentes, no
quiere adoptar este importante desafío ya que privilegia su universo
privado, puntualmente este actual momento sentimental. “Lo encontramos distinto, es como si hubiera rejuvenecido. Vuelve a tener sueños y quiere cristalizarlo”, expresó un allegado al círculo íntimo del ex futbolista.La joven de la localidad de Reconquista acaparó el interés de Bati, a tal punto que está viviendo un “enamoramiento de adolescente”.A tanto llegan los acontecimientos que Gabriel ya reservó pasajes
para llevar a cabo, en diferentes locaciones de Europa, una nueva luna
de miel, detalle ofrecido a este diario por fuentes cercanísimas al
jugador. La chica está estudiando abogacía, pero se va a tomar un
respiro en sus estudios para compartir (para ella su primera luna de
miel) y para Bati, la segunda. Hermosa historia de amor.
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