El escándalo que protagonizan Jimena Barón y
Daniel Osvaldo parece no tener fin: mientras el futbolista no sabe
qué hará de su futuro, la actriz cambió de abogado y decidió contratar a la
experimentada Ana Rosenfeld."Ayer se contactó conmigo y tomé las riendas en defensa de los intereses de
su hijo. Ella pide la cuota alimentaria y un régimen de visitas, teniendo
en cuenta que él es un hombre que hoy está acá y mañana en otro país.
Necesitamos que, mínimamente, garantice continuidad de contacto con el
nene... algo que no está pasando", comentó."Él es un hombre agresivo, por lo que ella pidió una orden de perímetro para
que no se le acerque, pero eso de ninguna manera influye en su hijo. De todas
formas, este no es un caso de violencia de género: nunca hubo golpes, pero sí
violencia económica y psicológica", cerró.
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