En tiempos donde los programadores se caracterizan por la poca
paciencia, en El Trece Guido Kaczka siempre pudo ir un poco más allá. A todo o nada
tuvo más de cinco ciclos, algunos con éxito y otros no, pero siempre
están en carpeta, para responder a su debido tiempo. Esa es la realidad
que hoy vive La mejor elección.La confianza de El Trece para los entretenimientos de la tarde está depositada en Endemol. Los juegos de A todo o nada pasearon por la historia del canal. El único que nunca dejó de latir fue Los 8 escalones
y quizá tenga mucho que ver que nunca cambió la intención de ocupar el
horario central, focalizar en el saber y diferenciarse de los juegos
pasatistas de la tarde.Pero también pasaron perros, reliquias, parejas, egresados, 0 km, preguntas y respuestas, competencias de canto y el actual La mejor elección,
que además de ser una de las primeras apuestas del cambio de Guido en
2015, fue uno de los primeros en salir de la grilla. Hoy, reformado, el
famoso “chape” de las tardes se convirtió en un clásico, y nadie se
atrevería a volver atrás para recordar que en otros tiempos era el juego
menos acertado de la saga.La mejor elección comenzó como uno de los juegos que la productora entregaba a El Trece cada día, bajo el título Guido a la noche para ocupar el horario central. Casi 10, Dar la nota, La mejor elección y Viernes de perros fueron los elegidos, si bien pocos de ellos sobrevivieron.La mejor elección pasó desapercibido –
quizás era sólo una cuestión de tiempo. Ahora, revolucionan las redes
sociales los encuentros al estilo “cita a ciegas” cuyo único objetivo es
que en pocos minutos dos desconocidos se prodiguen,en vivo, a darse un
apasionado beso.Lo cierto es que el canal sabe que más allá del juego, lo funcional
en su grilla es el oficio en que Guido Kaczka encontró para llevar
adelante cada una de sus apuestas, ya sea mutando, , frizándolas,
reforzarlas para relanzarse, o archivándolas para siempre.
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