lunes, 29 de junio de 2009

Jackson pesaba 51 kilos y estaba muy deteriorado, según detalles de la autopsia. “Era un cádaver”



“El rey del pop era casi un esqueleto y estaba muy deteriorado”, según adelanta el diario sensacionalista inglés The Sun, al dar detalles de la autopsia de Michael Jackson. El cantante sólo pesaba 51 kilos, tenía pastillas parcialmente disueltas en el estómago y presentaba varias costillas rotas, que fueron fracturadas al intentar reanimarlo. Además tenía cuatro marcas de jeringa en torno al corazón destinadas a suministrale adrenalina para volverlo a la vida, algo que nunca se logró. Según el diario, Jackson se había quedado prácticamente pelado y llevaba una peluca. Su cuerpo estaba lleno de cicatrices después de las trece operaciones de cirugía estética. “La familia y los seguidores de Michael se horrorizarán cuando se den cuenta del pésimo estado en el que se encontraba el artista“, finaliza el medio.

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