La suya es la historia de un soñador. Nacido en Montevideo y luego, por circunstancias personales, desde los 14 años, radicado en Buenos Aires, se convirtió con el paso del tiempo en un verdadero porteño. Rodrigo Lussich se encuentra ante la apuesta profesional más importante de su carrera: reemplazar a Santiago del Moro en “Infama” y darle su propio sello y fisionomía. A partir del 1 de enero el clásico ciclo de espectáculos tendrá cambios dentro de su estructura tradicional: escenografía, panel y sobre todo, el sello, la dinámica de un animador distinto.Rodrigo habló poco antes del día D y confesó que “si bien vamos a tener una base propia del ciclo, voy a adosarle desde la conducción un estilo distinto al de Santiago (Del Moro) y que va a tener que ver con una conducción más eléctrica y movida. Mi estilo es ese, conciencia plena del significado del show y puro histrionismo. Contar algo de una manera que tenga continuidad”.El nuevo conductor puntualizó que “‘Infama’ tiene 6 años en el aire y se trata de un dato a tener en cuenta. Y por otra parte, ha logrado una respuesta importante en materia de rating. Para mí es un desafío hermoso y me encuentra seguro y muy bien plantado”.A los 42 años, el uruguayo entiende que ha llegado el momento de poder brindar un particular aporte a su carrera. “Me siento listo para este emprendimiento y me voy a manejar con mi propio estilo. Además yo creo que estamos viviendo una etapa de recambio generacional y que me hayan convocado es para mi muy gratificante”.Para Lussich, todo forma parte de un ensamble: “Quiero poner a prueba todos mis conocimientos y voy ganando en oficio. Haber estado en ‘La previa’ (ciclo de Ideas del Sur que giraba en torno del “Bailando”), también fue vital, de la misma manera que haber conducido diferentes ciclos, desde el año 98, por radio Brisas, en Mar del Plata”.En el éter está al frente todos los domingos, de 10 a 12, de “Y más”, por Radio 10. En cuanto a sus influencias profesionales, afirma que “varios me han aportado características. Yo me considero un entretenedor, no hay que perder esa brújula, y eso sí, hacerlo con armas nobles”.Rodrigo confiesa que “prefiero correr riesgos a precio de que no funcione. Por otra parte, soy consciente que la televisión maneja un grado de ansiedad, muchas veces sin límites. Tiene que haber más programas, a mi modo de ver las cosas, más cuotas de riesgo y más gente que arriesga”. Para Lussich es casi un rezo: “Vamos a tratar de mover las estructuras sin necesidad de romper lo clásico. Vamos a tratar de sumar siempre”.