Para los giles de gomería que aseguran que el puterío sólo existe en el mundo de las vedetongas, aquí va una data que vale la pena. Mientras me tomaba un Martini seco por la zona de Palermo Jollygud, me enteré que el pobre Luis Majul tuvo que sudar sangre para juntar al trío formado por el colorado De Narváez, el bostero Macri y bigotito Solá. Es que este último insultó en todos los colores cuando se enteró que su compañero Mauricio había exigido su momento a solas con el conductor para hablar de su gestión en la ciudad para concurrir a La Corneta. Todos aceptaron, pero un microfonista me susurró que la cara de toor del ex gobernador era más notable que el sobrepeso de la Tota. Si arrancan así, ¿Cómo van a hacer para ponerse de acuerdo en el orden de las listas?
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