El martes por la noche, después de su escandalosa llegada al aeropuerto de
Ezeiza, Maradona junto a su nueva novia, Rocío Oliva, fueron directo a la quinta
donde viven su ex Verónica Ojeda y el pequeño Diego Fernando. El futbolista
quiso conocer al pequeño de 3 meses a quien le cedió su apellido desde Dubai,
pero que sólo había visto vía camarita web.Oliva de 22 años no pudo ingresar a la quinta del barrio El Trébol de Ezeiza.
Se quedó en el auto esperando el encuentro entre el futbolista y su último hijo
en el auto bajo una lluvia torrencial.Adentro, Ojeda que sostiene que se enteró por la prensa que Diego regresaba a
La Argentina, aguardaba en su casa expectante. El futbolista se emocionó al ver
a su hijo en brazos de Verónica Ojeda, a quien saludó respetuosamente pero con
frialdad.Durante los 80 minutos que estuvo en el interior de la casa que compartió con
Verónica y que hoy conserva la decoración que él dejó, plagada de fotos de
Maradona, Diego tuvo en brazos al bebé, lo observó, lo reconoció parecido a él y
hasta le dio la mamadera.
Diego se despidió con la promesa de regresar en cuanto terminara de resolver
los trámites para los que viajó: La supuesta venta de la casa de sus padres de
la calle Cantilo y un posible reportaje con Susana Giménez que le habría
prometido para el regreso de su programa a Telefe.
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