“Una cabaña de madera acogedora. Fuego encendido en la chimenea. Música
suave como telón de fondo. Tomás (Martínez) aparece vestido de civil y
abraza a su amada novicia por la cintura. Sus bocas se funden en un
profundo beso…Luego, él la conduce hacia otro ambiente, adornado con
hermosas flores y velas encendidas. Se recuestan sobre una cálida
alfombra y comienzan a besarse más efusivamente…se prodigan caricias…la
pasión se apodera de sus cuerpos…¿Se tratará de la realidad misma o el
mejor de los sueños para Esperanza?”.
Así “venden” el capítulo de ese martes de “Esperanza mía”, con tono hot
para una ensoñación de sus protagonistas. Unas de esas trampitas de las
telenovelas que suman, con Lali Espósito y Martiano Martínez.
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