viernes, 9 de octubre de 2015

La gente solo quiere divertirse

El 2015 demostró, en materia de géneros ofrecidos por las pantallas, que el entretenimiento primó por sobre la ficción. Si bien las historias denotaron un amplio interés por cambiar de formato, y pasar de grandes telenovelas a cortos dramas, los buenos resultados cosechados por cada uno de ellos no alcanzan a superar a aquellas propuestas que se animan a sólo divertir.Con fórmulas previamente probadas, aceptadas y en casi todos los casos, repetidas, los juegos y competencias convocaron las miradas de todos aquellos que los mantienen en lo más alto. Showmatch, Elegidos, MasterChef junior, Tu cara me suena e incluso Boom!, que en su segunda entrega logró ser lo más visto del día, son la prueba del interés de la gente por el entretenimiento. Por su parte, la única ficción que se atrevió a seguir el camino de la comedia romántica fue Esperanza mía y, hasta hoy, los números la ubican en el primer lugar. Es la historia más vista de la tele.Del lado de las miniseries se encuentran Signos, Historia de un clan, Milagros en campaña, Cromo y Variaciones Walsh y, con la ambición de satisfacer la expectativa del espectador, las narraciones aceptaron correrse del clásico culebrón para buscar venganza, viajar en la historia, sumarse al año electoral o provocar con un thriller lo que ayer se buscaba en escenas de sexo.Sin embargo, los números siguen ubicando a los juegos en el podio dentro del horario central, lo que abre un nuevo interrogante respecto al deseo del público. Esa figura inasible que, si bien acepta el cambio que propuso la pantalla, parece no terminar de comprometerse lo suficiente como para hacer ganar al suspenso por sobre la diversión.

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