Creo que es momento de sacarles la careta a los idiotas y comenzar a poner los puntos sobre las íes. Lorena Bucci se llama la ex del cantante Adrián Otero, quien supo ser líder de Memphis la blusera y hoy naufraga como solista. Seis años duró la pareja (aunque ella aún habla en presente), y debió soportar, aparentemente, distintos problemas del artista con ciertas adicciones que todos podemos imaginar. Hace dos años, en enero de 2007 para ser claros, Otero se internó en la Clínica Privada Del Parque (la misma donde estuvo Maradona) y ella fue la familiar responsable de la internación. “Él se internó en la clínica privada siendo yo su familiar responsable, aunque previo a esto Adrián vivió al borde de la muerte y yo viví una situación de constante violencia”, me cuenta Lorena, mediante un fluido contacto que venimos teniendo desde hace algunas semanas. Además fue un momento “doloroso, él desaparecía por varios días y volvía completamente borracho a la madrugada, gritaba, se caía, incluso lo encontré en más de una oportunidad desmayado en su propio vómito”, agrega Bucci. En tanto, lo cierto es que, aparentemente, hasta tuvo que bañarlo y darle de comer en la boca, como si fuera un niño. “Fue una situación que sólo el amor que le tenía me hizo capaz de soportar”, se justifica. Sin embargo, la internación fue un bálsamo transitorio: “después de la internación estuvo varios meses bien, hasta que empezó a tener una vida totalmente opuesta al resto de la familia; se acostaba a las 3.00 ó 4.00, se levantaba a las 14.00, siendo leer tirado en la cama y mirar tele sus únicas actividades. Ahora me doy cuenta que estaba de nuevo en las adicciones, pero realmente en ese momento no lo vi, o no lo quise ver”. La terrible historia no termina aquí. El 24 de enero, hace pocas semanas, cuando el músico regresó de Paraguay, ambos discutieron porque Adrián cambió la contraseña de un mail que usaban ambos para trabajar; ella era su asistente. “En ese momento, de repente, le agarró un ataque de ira, no sé, y primero me amenazó con un cuchillo. Se lo saco, creyendo que esto terminaría, y luego me toma del cuello me golpeó. Lo peor es que mi hija estaba allí, a ella sólo la agredió verbalmente”, enfatiza Lorena, en medio de un relato conmovedor. En ese momento, Bucci decide abandonar la casa y se marchó a Mar del Plata para limpiar su mente. Dos días después, al regresar para restaurar el diálogo, la cerradura estaba cambiada y la charla volvió a transitar por el camino de la agresión. “Abrió la puerta e intente hablar con él, además de decirme cosas horribles, me amenazó con matarme, me siguió hasta la vereda, insultándome”, relata y concluye: “Ahí hice las denuncias correspondientes, pero al no ser su mujer legal no tengo ningún derecho, y mi hija de 7 años aunque lo considera un padre. No tengo derecho a reclamarle nada. Estoy desamparada y no tengo un peso, es una situación desesperante”. Por supuesto, aquí les pego las imágenes de las denuncias realizadas y de la documentación pertinente en lo que se refiere al relato de Lorena.
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