Las "nenas", sus fanáticas, se reunieron en la tarde del sábado en la puerta de su casa, en Banfield, e hicieron una cadena de oración por su salud. Después de algunas horas, Roberto Sánchez habló, por medio de un portero eléctrico, y les agradeció. "Voy a tener que esperar a que el Padre decida hacer conmigo lo que tenga que hacer, mi vida depende de Dios y de nadie más. Quiero decirles que voy a llevar este recuerdo de amor y caridad dentro de mi alma", expresó Sandro.
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