viernes, 13 de febrero de 2009

El mal momento de Tomás Constantini




No hace muchos años se vislumbraba como uno de los jóvenes empresarios de mayor proyección. Parecía que su vida estaba encaminada y que el éxito estaba de su parte.
Desde chico siempre tuvo todo lo que quiso, hijo del millonario empresario Eduardo Constantini. El joven salió a la luz cuando creo, junto a su novia por aquel entonces, Lorena Ceriscioli, la agencia de modelos Premula. En mayo de 2007 llegó el casamiento con Ceriscioli. Pero la felicidad duró muy poco. A pocos meses del enlace matrimonial comenzaron las primeras versiones sobre supuestas infidelidades de él hacia su mujer. Otro escándalo llegó a la vida de Constantini Jr., en agosto de 2008, una de las modelos más importantes de su agencia, Florencia Torrente, había sido discriminada en un desfile por estar excedida de peso. Tomás, en vez de defender a la modelo, dijo que eso nunca había pasado y dejó a la hija de Araceli González muy mal parada ante los medios de comunicación y la gente. Pero lo peor todavía no había llegado, en agosto de 2008, Ceriscioli y Constantini ponían fin a su matrimonio. Muchos señalaron a Torrente como la tercera en discordia, pero esas versiones quedaron sin fundamentos cuando Florencia se fue de Premula y Lorena comenzó a ser su manager. El escándalo de un divorcio millonario recién comenzaba, no sólo porque estaba en juego mucho dinero por la separación, si no también por la agencia Premula. Lorena dijo que ella era socia y Tomás se lo negaba. Tomás y Lorena crearon juntos Premula, la agencia de “modelos inteligentes” en la que eran socios y luego de la separación ésta quedó en manos de Constantini.
Varias madres querían denunciar a Constantini por supuesto “acoso sexual” a sus hijas, quines trabajaban en la agencia del empresario. Para peor, ahora Tomás debió cerrar Premula.
Actualmente, Tomás se encuentra en Punta del Este y no está pasando un buen momento. Dejó atrás su sueño de ser el dueño de su propia empresa y ahora se dedica a trabajar en la constructora de su padre, Eduardo Constantini.

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