Volvió a la tele la diva de los teléfonos en uno de los acontecimientos televisivos del año. La expectativa era grande y los números del rating lo demostraron. Ahora, con una emisión semanal, Su apostó a lo seguro y nos dejó con las ganas del megashow. Susana Giménez volvió después de ocho meses de ausencia. Dijo que estaba más flaca y que por el momento no quería un hombre. No hubo declaraciones rimbombantes y todo se desarrolló en un clima festivo. Fiel a su estilo, se enredó con el vestido y se equivocó -confundió a Berlusconi con Bernasconi-. Además, tuvo su sketch recurriendo al siempre efectivo Guillermo Francella. El musical de Macelo Iripino, quien la conoce como nadie y sabe disimular sus pocas dotes para el baile, se vio glamoroso, con una participación del "Sr.Pells" Mike Amigorena.
Jugó al truco con el Negro González Oro, un segmento demasiado pobre para un primer programa, y recibió a Miguel del Sel, quien volvió a ser de la partida con el personaje de La Tota.
En lo musical, fue a lo seguro: Los Nocheros con Soledad y el Chaqueño Palavecino. Y en el cierre, El fantasma de la Opera. Impecables.
Antonio Gasalla sigue siendo el plato fuerte de su programa. A partir de las preguntas de Mamá Cora, hablaron de la separación de la diva de Jorge Rama, algo que no ocurrió hace tanto pero da la sensación que hubiera pasado hace una vida. La charla con el capocómico tuvo momentos muy graciosos.
Los invitados del juego nuevo fueron Diego Ramos y Maru Botana, figuras del mismo canal. Estuvieron simpáticos y remadores en un entretenimiento no demasiado atractivo.
La innovación de esta temporada fue una entrevista de Susana a Shakira. Pareció demasiado viajar hasta Bahamas para preguntarle cómo era como alumna cuando iba al colegio y si tenía ganas de ser mamá. Un viaje sumamente largo para resultados tan magros.
Claro parece que todas estas falencias no hicieron mella en los televidentes, que quedaron hipnotizados frente al televisor durante las casi dos horas y media que duró el programa. El rating fue alto y parejo durante todo el envío.
Muy relajada, Susana mantiene su magia y su carisma intactos. En el primer programa le alcanzó sólo eso para revalidar el título de la mujer éxito de la tele.
Jugó al truco con el Negro González Oro, un segmento demasiado pobre para un primer programa, y recibió a Miguel del Sel, quien volvió a ser de la partida con el personaje de La Tota.
En lo musical, fue a lo seguro: Los Nocheros con Soledad y el Chaqueño Palavecino. Y en el cierre, El fantasma de la Opera. Impecables.
Antonio Gasalla sigue siendo el plato fuerte de su programa. A partir de las preguntas de Mamá Cora, hablaron de la separación de la diva de Jorge Rama, algo que no ocurrió hace tanto pero da la sensación que hubiera pasado hace una vida. La charla con el capocómico tuvo momentos muy graciosos.
Los invitados del juego nuevo fueron Diego Ramos y Maru Botana, figuras del mismo canal. Estuvieron simpáticos y remadores en un entretenimiento no demasiado atractivo.
La innovación de esta temporada fue una entrevista de Susana a Shakira. Pareció demasiado viajar hasta Bahamas para preguntarle cómo era como alumna cuando iba al colegio y si tenía ganas de ser mamá. Un viaje sumamente largo para resultados tan magros.
Claro parece que todas estas falencias no hicieron mella en los televidentes, que quedaron hipnotizados frente al televisor durante las casi dos horas y media que duró el programa. El rating fue alto y parejo durante todo el envío.
Muy relajada, Susana mantiene su magia y su carisma intactos. En el primer programa le alcanzó sólo eso para revalidar el título de la mujer éxito de la tele.
1 comentario:
Como decís lejos del megashow, muy previsible, más de lo mismo y apuntado a un público mediocre. Soy totalmente objetiva y creo que susana es una estrella que puede hacer un programa mucho más ambicioso.
Saludos!!
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