Marcelo y Coki. Fort y Joaquín. Paula y Pedro. Todas “mentiritas”. Todas historias armadas por sus propios protagonistas y por talentosos productores que ocupan horas y horas de televisión. Con panelistas que opinan. Con debates. Y mientras tanto, en la tele cada día hay menos ficción frente a esas “telenovelas” mal escritas y peor actuadas.Menos espacios para los actores (porque ni “Paulita” ni “Coki” cobran por actores, aunque lo merecerían), para los guionistas, para cultivar formatos como los unitarios, las telenovelas y las telecomedias que le permiten al público identificarse con conflictos, sublimar sentimientos, imaginar y, en algunos casos, comprender la realidad que se vivió en nuestro país o la que se vive hoy con conflictos dramáticos reales.Lo dije mil veces: el problema no es “Showmatch”. Como decía el otro día un diario cordobés, son nueve o diez horas semanales de televisión, El tema son las 128 horas de repeticiones y análisis de esas nueve horas en desmedro de todo el resto de los contenidos televisivos.Claro que todo cambia y seguro que también la ficción necesita de una vuelta de tuerca para volver a interesar al público, porque por ahora, fuera de “Malparida” y “Casi Angeles”, no hay enganche entre el público y las historias que se proponen,Habrá que encontrar lo que la gente quiere ver, y habrá que ver si la televisión está dispuesta a invertir en algo más que reciclaje. (fuente:lauraubfal)
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