Pablo Pérez, tal como se hace llamar en Estados Unidos, no era conocido en nuestro mundo farandulero local hasta que Luciana Salazar
lo nombró. En realidad, dio sus iniciales (PPC) y el chisme corrió
como reguero de pólvora, a tal punto que el hombre de bajísimo perfil,
hijo del patriarca Gregorio Pérez Companc, debió desmentir haber tenido una relación con la explosiva rubia.Esta semana, se lo encontró corriendo el Rally de
500 millas en Homestead, una competencia que dura unas 5 horas. Allí,
en boxes, mientras esperaba que su impresionante vehículo estuviera
preparado, se vio al empresario charlar animadamente con su novia, la
“oficial”, una bella morocha.Al parecer, si bien estaban distanciados, hace una semana volvieron a
darse una oportunidad y contaron a sus allegados que están muy
felices. Sus amigos afirmaron también que para el codiciado soltero “Luciana
fue sólo un pasatiempo, a Pablo no le gustan las cámaras ni la
exposición que ella pretendía, nosotros, sus amigos, estamos felices
porque está en su mundo y lo quisieron involucrar en algo donde él no
pertenece”.
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