lunes, 15 de febrero de 2010

David Bisbal a punto de ser papá de una nena cantó en Miami para enamorados

No ve la hora de que nazca su primera hija. El español David Bisbal estuvo este fin de semana en Miami cantando por el Día de los Enamorados y comentó la ansiedad que le provoca la inminencia del nacimiento.Con su mujer y su suegra a la espera, Elena Tablada, la futura madre, ya está en fecha desde este domingo. La nena llega con un pan bajo el brazo, porque su padre cantará el tema en español de la apertura del Mundial de Fútbol de Sudáfrica y se encuentra en un excelente momento laboral.

1 comentario:

Anónimo dijo...

David Bisbal es ya padre
pues ayer ya nació Ella
tras un parto del que Elena,
la que viene a ser su madre,
se encuentra muy saludable
según David nos comenta.
Y es que se muestra exultante
en su atención a la prensa
nuestro afamado cantante
que así la describe a Ella:
“Una princesa gordita,
llorona y muy rosadita”
Y así, tal como lo ven,
David Bisbal y Elena
acompañados de Ella
ya juntos nos suman 3.

La niña es muy probable
que cuando pase algún tiempo,
si se acaba pareciendo
a su idolatrado padre,
sea Ricitos de Oro
(salvo que el pelo alisase)
como la de los tres osos
de el cuento que, igual su madre
para evitar sus sollozos,
por las noches va a contarle.

Otro tema es que su padre
para que se duerma Ella
haya pensado cantarle
al acostarle algún tema
del tipo de “Bulería”,
“Oye el Boom” o “Ave María”,
en cuyo caso es probable
que la niña no se duerma
aunque mil veces le cante
y piense en las discotecas
o le grite ¡que te calles!.

Y ahora que me doy cuenta
quizá usted esté pensando
por qué cuando escribo ‘Ella’
yo lo vengo redactando
con mayúscula al principio
no estando justificado.
Pues me decido a explicarlo:
tras hacer un escrutinio
de los nombres disponibles
ellos se han aventurado
a evitar llamarle Lola,
Ines, Elena, Milagros
y, por supuesto, Chenoa;
ellos la han llamado “Ella”,
un pronombre personal,
(que suena como Doncella
si sólo lees el final)
un nombre muy complicado
que eligieron sin pensar
en los múltiples problemas
que les puede acarrear:
“¿A quién viene a recoger?”
“Vengo a recoger a Ella”
“Ya, ya, ella, ¿pero quién?”
“Esa gordita princesa”
“Anda que te explicas bien”
“Ella, aquella, Baby Ella…”
“¡Cómo te explicas Bisbal!”
“Ella, ¡¡que se llama Ella!!”
… y otra vez vuelta a empezar.