El testimonio que todos estaban esperando se hizo oir. Victoria Vanucci dijo lo suyo. Se sentó en el móvil de Intrusos con una cara que denotaba su estado de ánimo: deprimida. Vicky se mostró con un semblante totalmente caído y la tristeza reflejada en su rostro: “La verdad es que yo vengo acá a separar lo que es Victoria Vanucci del mundo del espectáculo. Voy a hablar de mí como persona. Es un mal momento. Tengo una revolución interna de un montón de cosas y todas fuertes, y estoy llevándola lo mejor posible”, arrancó lo que sería una larga charla, en la cual la Vanucci jamás abandonaría su entereza. “Yo entiendo que no se apostaba a esto. Entiendo los por qué. Pero yo sí aposté, yo me casé totalmente enamorada. Como mujer hay miles de cosas que me dolieron muchísimo, pero me las guardo para mí. Pero sigue siendo mi marido y se merece mi respeto. Hay muchas cosas que voy a resguardar, dentro de lo que pueda”, aseguró, comenzando a descorrer el velo de la intimidad del matrimonio. “Tuve un sueño muy lindo, que era la familia. Bancarnos en todo los momentos, se juegue en River o no se juegue en River. Trabaje en River o en Cliba a mi no me importa”, aclaró acerca de los rumores que decían que ella había “especulado” con un posible éxito deportivo de su marido. “Siento que tenía muchas ilusiones y tengo que afrontar que a veces se caen. Esto es un duelo de sueños e ilusiones”, confesó Vicky, quien agregó: “El amor es otra cosa, es bancarse, es remarla. No es plata o no plata. Sabemos que hay muchas cosas y lo más importante es ser piola, ser inteligente y hablar, hablar. Estuve haciendo terapia en los últimos meses, porque yo no me casé para separarme a los siete u ocho meses”, dijo afligida. “Tome mi decisión el domingo a la madrugada”, blanqueó sobre uno de los interrogantes de la separación y enumeró algunos de los por qué: “Hay cosas que fueron la última gota que rebalsó el vaso. No toleré la exposición, como mujer. Cuando estaban pasando los videos, yo elegí no mirar la televisión e irme a pasear por Córdoba. Preferí no ver cosas que me puedan doler muchísimo”
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