El cordobés faltó a la clase de merengue del miércoles a cargo del coreógrafo Mariano Botindari: se encerró en su habitación y no quiso hablar con nadie. Desesperada por su ausencia y por el poco tiempo que queda antes de la gala del sábado, Xoana lo buscó por todos lados incluso arriesgando su estado físico. Al no poder abrir la puerta de su habitación, se paró en la cornisa e intentó abrir la ventana del cuarto de Benjamín, sin éxito. Después de que la producción interviniera, el “mejor jugador” de la isla (según sus propios compañeros) abrió la puerta y su corazón. En una charla íntima con Xoana, aceptó que estaba deprimido porque no lograba aprender los pasos del baile y accedió a ir a la clase. A pesar de que todos esperaban un cruce con el coach –debido al episodio violento que tuvieron hace 15 días-, Botindari lo contuvo: “No está bueno que la dejes plantada a ella, quizá vos tengas una estrategia para quedarte en el reality, pero no perjudiques a Xoana”. La falta de ensayos perjudica la continuidad de Benjamín: ¿pesará más su popularidad o su destreza en el baile? Por lo pronto, el estratega cordobés demostró que tiene sentimientos y que en algunos momentos, puede ser vulnerable.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario