La historia oculta de una traición ideológica de un reconocido periodista

Y de un día para el otro… “Se terminó un ciclo”, esas son sus palabras en la intimidad para argumentar el repentino e inusitado cambio de camiseta. “Me voy porque siento que se acabó una etapa y los nuevos desafíos me gustan”, agrega. Pero, detrás de su imagen angelical hay una razón que lo lleva a desvincularse del grupo periodístico que lo mimó durante más de dos décadas.Según la información que maneja este medio, el portazo se dio en el marco de una determinación familia e ideológica. Era insostenible la situación y la oferta que tuvo (para nada estridente en materia económica) fue la excusa perfecta para salir elegantemente del multimedio.Cierto es que el colega ya no podía soportar la presión oficial que hasta ponía en juego el trabajo de su esposa. Al parecer, su compañera de vida mantiene un vínculo labora e íntimo con gente del gobierno de turno, por lo cual, él, estando en un medio completamente opositor y enemistado a muerte, no podía hacer oídos sordos a los pedidos editoriales del conglomerado. Pero, al ser funcional a la empresa que lo defendió casi desde la cuna, rifaba la continuidad de su pareja en lo que concierne a su profesión.Es por eso que diplomáticamente se marcó del mega medio y se fue a las filas de otros políticos con cierta tendencia hacia el oficialismo por la alta porción de publicidad que reciben mensualmente y por una diferencia societaria importante, con distintos niveles de plata e intereses.Como dice la gran diva de la tevé, detrás de todo siempre hay una mujer… ¡Y un billete! (lavidriera)