"Estoy aprendiendo de la vida, y estoy descubriendo cosas que para mi son nuevas", comenzó relatando por primera vez el empresario Federico Ribero en diálogo con Oscar González Oro. Y es que hace un tiempo le descubrieron un tumor en su cuerpo, por el que su vida cambió por completo, aunque según su relato, para mejor. "Me dieron la peor noticia, pero estoy en el mejor estado de mi vida porque nunca recibí tanto amor del puro, que es el que me da fuerzas todos los días para salir, al margen de mis hijos y mi mujer". El empresario explicó que en estos últimos años se preparó, sin saberlo, para afrontar situaciones difíciles. "Yo vengo con la formación de El arte de vivir, hace 6 años, y son las herramientas que me permiten sobrellevar. Sacar las energías negativas que tenemos adentro"."Cuando me regalaron la bici, la miré y pensé que no iba a subir nunca, y sin embargo hoy estuve 40 minutos ahí arriba". De esta forma, Federico vive su enfermedad, con una "fuerza única" como describe, que le permite seguir adelante, pensando en todo esto como un aprendizaje más de la vida. "Hoy estoy y mañana no se sabe. Hoy me dieron la posibilidad de luchar por lo menos, y siento que me pasó esto para luchar y devolver un poco a lo demás". Además Ribero cree que lo que está viviendo tiene una razón. "Esta enfermedad es un mensaje de amor, que me abre a darme cuenta de cuántas cosas me ocupaba que no tenían sentido y ahora quiero ocuparme de hacer un canal con esto para hacer el bien a otro". Su idea es también poder incentivar a los demás a que también comiencen a ayudar. "Hay que estimular a la gente a que sea solidaria. Hoy estoy acá y empecé a hacerlo más que nunca e invito a la gente a que lo haga también". Federico está casado con la modelo y empresaria Andrea Burstein y tienen dos hijos, Francesca y Stéfano, los pilares en esta batalla. La vida se ve con otra sensibilidad. La vida pasa y a veces no nos damos cuenta. Pero a mí, esta enfermedad me está enseñando todo esto". "Solamente dos veces tuve miedo en todo este tiempo. La primera, fue cuando mi médico me pidió de repetir un estudio con mucha seriedad. Ahí, cuando entré al tomógrafo pensé: 'Me puedo morir'. Y la segunda fue cuando me dieron el resultado de los estudios. Lo primero que pensé fue 'bueno, ahora qué tengo que hacer para curarme'". Su grupo de amigos, entre los que se encuentran Marcelo Tinelli y Nicolás Repetto, entre otros, son muy importantes en este momento, ya que son quienes lo cargan de energía en cada partido de fútbol o reunión que comparten."Yo no me siento enfermo. Tengo una semana en que me hago quimioterapia, y me siento muy mal, pero después llevo mi vida normal, pensando en ayudar a otros, en ser solidario y en dar batalla. Después, el de arriba hará lo que sea mejor", concluyó.
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