Andrea Frigerio y su marido empresario Lucas Bocchino afrontan uno de sus peores momento económicos, que incluye denuncias por maltrato laboral y falta de pago.“Lucas (Bocchino) dio la orden que no den más agua a las empleadas. El agua que hay la paga una de las empleadas, está a nombre de ella la boleta del distribuidor”, es parte del testimonio de la denuncia de una empleada del local “Roses are Roses”, propiedad de la actriz y su marido. Agregó: “Vendemos perfumes, pero cobramos como pibes que hacen delivery”, explicó.“Lucas maltrata a varias compañeras, las amenaza y a muchas las echaron sin pagarle un peso. El mensaje que nos transmite cuando reclamamos es ’es lo que hay si no que se vayan’”, contó la denunciante.Los locales del matrimonio Frigerio-Bocchino tienen base en Pilar, pero distribuidos en Capital Federal y Gran Buenos Aires. “Son un promedio de tres chicas por local y cinco sucursales. Trabajamos ocho horas, recibimos más de 3000 pesos en blanco y el resto del sueldo en negro. Además no tenemos agua ni heladera. Lucas dio la orden de que no den más agua a la empleadas. El agua que hay la paga una de las empleadas, está a nombre de ella la boleta del distribuidor”, detalló la denunciante.“Todas tenemos un promedio de 20 años, no recibimos aportes y para colmo en los locales hay tres embarazadas trabajando en deplorables condiciones. Hace varios meses que no cobramos y no podemos seguir asi.”, agregó.La pareja tenía otra franquicia de la marca Etiqueta Negra. Pero varios empleados (vendedores) entablaron juicios laborales por falta de pago y maltratos, lo que motivó que le quitaran el manejo de la mencionada marca.
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