Melanie Griffith se hizo un dos por uno.
Aprovechando que sus últimos intentos de reconquistar a Antonio Banderas han
sido en vano, ha decidido por fin quitarse todo el tatuaje con el nombre de
su ex marido que ha lucido en el bíceps derecho desde hace casi 20 años. Un
corazón envenenado que ha borró de su cuerpo en el prestigioso centro médico
estético Epione, situado en Beverly Hills, California. Algo
que ya había hecho parcialmente.El caso es que ha aprovechado su visita a la clínica para emplear el láser no
sólo para despedirse del tatuaje, sino también de unas cuantas arrugas de su
cara. Griffith se ha planchado el “código de barras”, esas líneas de expresión
en la zona entre la nariz y el labio superior tan propia de las fumadoras.La actriz fue a Epione porque es un referente en medicina estética para las
celebrities, entre ellas Kim Kardashian, paciente asidua. Su aclamada técnica se
llama Coolaser y es la favorita de muchas estrellas tanto para borrarse
recuerdos de ex maridos como arrugas.
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