La fiesta prohibida que tuvieron los jugadores de la Selección, Gonzalo Higuaín y Marcos Rojo no deja de tener secuelas. Ahora el Pipita tuvo su momento de enojo con la prensa en el aeropuerto de Ezeiza.
Consultado por una cronista de Infama sobre la escapada nocturna que se volvió escándalo, el delantero se mostró molesto y esquivo: “Dejame en paz”, dijo.“No me están respetando, no tengo nada que decir”
también contó con sumo fastidio tratando siempre de evitar la cámara y
buscando a un asistente que lo sacara del momento. ¿El que calla,
otorga?
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