Siempre listos para esperar el pase del conductor y modular a la perfección el
nombre del auspiciante, las bases y condiciones del concurso o ayudar en el PNT.
En eso parecía basarse el trabajo de los locutores detrás de cámara.Hoy forman parte del equipo de trabajo, del plano propio en paralelo con sus
compañeros de panel y hasta tienen el visto bueno para ser los humoristas del
programa que, entre risas y chicanas cómplices hacen de las voces prolijas del
programa una pieza fundamental.Desde las risas de Marcela Feudale irrumpiendo a modo de remate en
los chistes de ShowMatch, hasta las opiniones de Nelly
autorizadas por Mirtha Legrand, nos acostumbraron a que en la tele de hoy le den
vida, color y letra a los que hasta ayer solo expresaban marcas.Mariano de Candia en Bendita dejó su silla para sujetar el
micrófono de pie en el centro del estudio y ser el presentador, el relator de
los informes y hasta tiempo atrás el conductor de un segmento de stand
up. Héctor Rossi en Intrusos relajó a los sonidistas al momento
de adjuntarle al vivo los efectos de sonido porque para eso ya estaba él. Vanina
Parejas se animó al panel en la primera parte del nuevo
Zapping pero decidió volver al doblaje para los archivos del
programa y a Mi mamá cocina mejor que la tuya llegó Hernán
Chiozza para los ping pong con el conductor intentando destacar las pocas
cualidades de los participantes, y quién irrumpió desde el programa menos
pensado fue Marcela Godoy en Los unos y los otros, destacando
la emoción que le produce cada búsqueda dentro del programa y analizando los
distintos casos.Los locutores de nuestra tele ya no son solo “la voz autorizada por
las grandes marcas” y hacen de su función algo distinto poniendo en evidencia
sus ganas de más.
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