"Para mí la tele de aire tiene ciertas reglas y situaciones
que a veces son difíciles de comprender. Pero son las reglas del juego.
Yo creo que nosotros empezamos con la idea de hacer un programa, y
después por la presión del rating empezamos a meter volantazos. Yo lo
dije desde un principio: cuando metés mucho volantazo y cambiás mucho,
eso termina siendo perjudicial, porque la gente no sabe qué tipo de
programa es el que ve" dijo Germán Paolosky."[Quería] un programa parecido a lo que hacía en Pura
Química, pero lo llevamos para el mundo del espectáculo. Después no se
sabía si era un ciclo de cocina, entrevistas, espectáculos o
actualidad. Era un poco de todo y no llegaba a ser nada específico.
Además, yo tenía una gran carga laboral que tampoco ayudaba. Estaba
cansado. No me daba el cuerpo. Y lo que me gustaba, que es participar en
la producción, se me complicaba", lanzó.Paoloski fue por más y admitió: "A mí me incomodan ciertas
situaciones a las que no estoy acostumbrado, que tiene que ver con el
mundo del espectáculo. A mí me gusta hacer entrevistas, pero no voy
atrás de la actualidad e la separación, de quién está con quién. Me
queda bien ese lugar, ese rol. No me quiero mostrar de esa manera. Tengo
mis propios tiempos"."Me amarga el rating. No es solamente un tema de ego, sino que hay
muchas gente que depende es dese número y que necesita laburar. Pero yo
lo dejé claro: yo no quiero transar con eso." agregó."El ciclo se terminó levantando y es fuerte que lo diga, pero
yo no estaba en desacuerdo. Yo no era feliz en el programa. No por el
canal o la productora. No era el tipo de programa en el cual a mí me
gusta desenvolverme. La ola me llevó para otro lado, y ya no hacía pie", completó.
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