Una suerte que Antonio Gasalla haya querido hacer “la abuela” en el living de Susana Gimenez, porque es de esos encuentros televisivos que se extrañan y que nunca desilusionan.El nivel de profesionalidad de Gasalla no lo vamos a venir a descubrir ahora, pero se nota en cada momento de su charla con la conductora, al tocar todos los temas que son noticia (lo que le lleva horas y horas de preproducción) la responsabilidad con que encara algo que parece tan fácil de hacer como ese diálogo que brindó una hora de humor y placer en la televisión.Sin golpes bajos, sin agresiones, apenas con reírse de ella misma, Susana se prestó a la burla sobre su foto en baton y a sostener que le digan que parecía un “monstruo”. Y la fórmula brilló una vez más.Aplausos y que baje el telón. (laubfal)
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