Retirado hace años, pero siempre recordado como gran creador de estrellas,
Alejandro Romay falleció en este jueves, para dejar en la
memoria de todos una televisión que no volverá. Locutor, animador, productor y
conductor, Romay lo hizo todo en el medio y sobre todo, supo
ver y supo multiplicar éxitos en su pantalla de Canal 9, con las idas y vueltas
que los gobiernos militares le dejaron hacer.El fue quien vio a una
jovencísima Natalia Oreiro haciendo muecas detrás de
Pablo Rago y quien decidió convertirla en estrella. Y como a
ella, galanes y actrices le deben su carrera, igual que animadores como
Silvio Soldan, Leonardo Simons, Jorge Formento y tantos a los que él
valoró desde los comienzos en ciclos como “Grandes valores del Tango”,
“Finalísima” y “Domingos para la juventud”.Romay fue Canal
9, con programas inolvidables desde “El hombre que volvió de la muerte” a “Ricos
y famosos” o “Alta Comedia” y Romay fue El Nacional y antes el
Teatro Argentino, con el recuerdo de la bomba que le pusieron a “Jesucristo
Superstar” que lo destruyó, y fue el descubridor de Mirtha
Legrand en su rol de conductora.Memoria viva y colectiva de un
mundo artístico que sólo él supo inventar. Muchísimas figuras le deben su
carrera. Falleció a los 88 años y dejó cuatro hijos, uno Omar, responsable del
Canal 41 de Miami, otro Diego, responsable hoy de El Nacional y dos hijas. (laubfal)
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