Me olvidé de hablar de la mala jugada que le hizo una conductora del Trece a la bella rubia que pasó rápidamente y sin pena ni gloria por “Bailando 2011”. Fueron al voto telefónico y movió los hilos para dejarla afuera (mover los hilos: léase hizo gestiones y tocó altas esferas para concretar su cometido). Las órdenes de la preferida del jefe fueron claras: “Humillarla es lo que quiero”. Y como suele suceder en ese programa, en el cual se defiende lo indefendible y se ocultan tantas cosas, no sólo sentenciaron, sino que como no hizo un desnudo total, la enviaron al voto telefónico. Justo cuando la mimada del jefe se queda sin programa, “había que darle un mimo”, se le escuchó decir a alguien de la empresa. Claramente demuestra con esas actitudes que es una persona totalmente mediocre y conformista, que como no tiene talento, tiene que jugar sucio.
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