Lizi Tagliani irrumpió en los medios por culpa de Santiago del Moro. El conductor no tuvo mejor idea que darle un espacio en su programa Mañanas campestres (Radio Pop) y ella con su humor rápido y certero se instaló con éxito.La hasta entonces estilista de Viviana Canosa dio el salto y, con su incursión en Infama,
se ganó un lugar en el medio. Llevó a la televisión los monólogos que,
en un principio, popularizó con shows en el ambiente gay.El siguiente paso fue la tribuna de ShowMatch y,
una vez más, Lizy se impuso con su estilo sin prejuicios y
autoreferencial: bromas sobre su apariencia, satirizando su elección
sexual y jugando con el doble sentido. "Fui al programa, Marcelo me
vio y se puso a hablar conmigo, no sé si le pareció divertido pero yo me
divertí. Todo esto para mí es un juego", contó.Aunque por ahora su posible incorporación al Bailando es solo una previa que se generó en Este es el show, Lizy no se achica ante la chance de hacer algún reemplazo. "Para entrar en el certamen sería capaz de hacerme un lifting.... ¡para no asustar!", bromeó.Y,
como si fuera poco, se animó a fantasear con quién le gustaría como
compañero: "Podría ser Nicolás Magaldi, Pier Fritzsche o Franco
Tabernero"."Yo disfruto del momento. Todo
lo que vino gracias al lugar que Santiago (del Moro) me dio, lo
disfruto, me vino de arriba. Es un regalo", advirtió con humildad aunque sabiendo y aprovechado el gran momento profesional en el que se encuentra.A
tal punto que, por el humor de sus monólogos, algunos le encuentran
semejanzas a Flor de la V. "No me molesta la comparación, está buena la
comparación pero lo importante es que te elijan, que el público te elija", sentenció sobre lo que es la clave que cualquier artista necesita para conseguir continuidad en el medio.El broche de oro de esta etapa en su carrera es su unipersonal Mamá quiero ser, espectáculo en el que todos los viernes narra en tono satírico la historia de su vida.
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