A pesar de ser una de las monarquías más alabadas por su naturalidad, lo
cierto es que la familia real holandesa mantiene una controvertida relación con
la prensa de su país. Los reyes Guillermo-Alejandro y Máxima de los Países Bajos
no permiten bajo ningún concepto que se fotografíe a sus hijas cuando están
disfrutando de su vida privada y han llegado a tomar medidas legales contra
algunos medios.Todo empezó cuando la revista de actualidad holandesa Niewe Revu publicó unas
fotografías de la princesa heredera Catalina-Amalia de Holanda, la primogénita
de Guillermo-Alejandro y Máxima.En la publicación aparecían dos imágenes de Amalia, de nueve años, jugando a
hockey durante un entrenamiento escolar. Ante la difusión pública de estas
instantáneas, el servicio de información del gobierno de los Países Bajos
interpuso una demanda a la revista por incumplir las reglas básicas de prensa
establecidas. Se tratan de unas directrices que la familia real holandesa impuso
a los medios de comunicación en 2005, tras haber vivido algún altercado.El pasado 30 de junio, el tribunal de Ámsterdam condenó a la revista por
considerar que esas imágenes son ilegales y que violan la intimidad de una
menor. “La princesa Amalia tiene derecho a la privacidad y, a pesar de
pertenecer a la familia real, no está fuera de la ley”, sentenció el juez. Para
defenderse, la revista alegó que estas medidas tomadas por la casa real no se
ajustan a la realidad de una democracia moderna y ponían ejemplos de otras casas
reales como la danesa o la sueca en que es posible fotografiar a todos los
menores en el ámbito privado, pero no les alcanzó.
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