Mucho se ha dicho sobre la obsesión que tenía Michael Jackson por blanquear
su piel. Él mismo llegó a confirmar en el programa de Oprah Winfrey que el
cambio de color no se debía a un capricho sino a una enfermedad que empezó a
sufrir con 30 años. Los especialistas sostienen que la enfermedad a que se
refiería el rey del pop es el vitiligo, que se produce por la falta de
pigmentación, es decir, de melanina en la piel. Esto provoca también distintos
problemas dérmicos como eczemas, alergias, irritaciones y blanqueamientos en
forma de manchas.Pero esta teoría ha perdido peso a raíz de la aparición del libro ‘DiLeo: I
Am Going to Set the Record Straight’, que acaba de publicar Mark Lamica, socio
de Frank DiLeo, que fue manáger del cantante y falleció en el 2011. Lamica ha
escrito la obra basándose en los papeles que guardaba DiLeo.Uno de los grandes secretos develados por el libro es que Jackson, que
falleció en el 2009, se sometió a numerosas operaciones de cambio de color de
piel porque no quería parecerse a su padre. “Frank me dijo que Michael le había
comentado que tenía que operarse ya que no soporta ver la cara de su padre Joe
Jackson cada vez que se miraba al espejo. Frank le dijo que dejara de operarse
porque cada vez era más complicado para los fans reconocerlo», comenta el autor.
Que añade: “Jackson le dijo a Frank que tenía que borrar esa imagen de su cara,
que tenía que eliminarla, que todavía veía a Joseph cuando se miraba al espejo y
que tenía que quitarse esa imagen de la cara”, concluye.
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