Llegó la pasión entre los personajes de Anita y Rafael en la historia de “Los ricos no piden permiso”. En este lunes, Ana (Sabrina Garciarena)
siempre fue señalada como “la rara” de la familia Villalba y su intenso
–y a la vez incomprendido- mundo interior motivaba una extrema
protección por parte de sus hermanos, quienes la sentían frágil y
demasiado inocente para afrontar la realidad.Y, en ese universo casi onírico en el que Ana se movía, Rafael (Luciano Castro) ocupaba un lugar central: se había convertido en el dueño de su corazón.Sin embargo, para el capataz, la joven era el ángel que debía cuidar. Se
preocupaba por su bienestar casi en forma permanente. Sus ojos y su
corazón aún no la habían descubierto en su totalidad…Pero, finalmente, ese día llegó. Rafael decidió correr el velo y Ana
eligió mostrarse con todos sus atributos de mujer. Atrás han quedado
aquellos días aciagos para la menor de los Villalba, donde los fantasmas
de la locura amenazaban su futuro… Ahora, más concientes que nunca,
ambos deciden estar juntos. Tal vez sí, amándose más allá de la
cordura, entregándose a la pasión sin límites.
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