Hay un famoso, muy famoso, mejor dicho, pero recontrafamoso, agrego, galán el pibe… Bueno, parece que el muchacho sucumbió ante los encantos de un camillero del Sanatorio La Trinidad. El galancete, cuando su pareja estuvo internada, mantuvo un affaire fugaz con el camillero, por supuesto, en las instalaciones del mismísimo nosocomio. La cosa es que la primera figura de nuestro país quedó flashado con el muchachito y cada tanto se reencuentra y prende la llama del amor
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