Luis Miguel se presentó este domingo en el hotel Conrad de Punta del Este, a donde arribó bajo un extremo operativo de seguridad. Según trascendió desde el hotel, los pedidos del artista fueron más que extraños. El mexicano por ejemplo pidió empapelar de negro las ventanas para que no ingrese la luz del día, velas de vainilla, flores y un tequila añejo para que esté a su disposición.Por si fuera poco, también solicitó que los empleados del hotel no lo miren de cerca y hasta la hora del show no se mostró en ningún lugar. Cobró más de un millón de dólares por el concierto y hay una versión que asegura que llegó al Este dos días antes con novia incluida, a quien, por supuesto, nadie se cruzó.Como estaba previsto, el show exclusivo para 1500 personas arrancó a las 23 y duró una hora.
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