Alison Bitney, una joven enfermera de Florida, ha demandado a César
Millán después de que un pitbull que había estado rehabilitándose en el
Centro Psicológico del encantador de perros le desgarrara parte de la
musculatura del brazo y le causara varias fracturas en el mismo.Estas heridas, como han destacado sus abogados en la denuncia, han
provocado que Bitney haya perdido de manera permanente la sensibilidad y
la funcionalidad de su mano derecha.Según el diario Los Ángeles Times, los hechos se produjeron el 23 de
septiembre de 2014, exactamente seis días después de que el perro, que
había sido ingresado en el centro por su conducta “violenta”, fuera
adoptado por un amigo de la demandante en la ciudad Santa Clarita.Lo que el amigo de Bitney desconocía era el pasado que escondía el
perro Gus, que había sido condenado a muerte en 2013 porque suponía “un
riesgo y un peligro para la seguridad ciudadana”.Una vez emitida la sentencia de muerte, César Millán y su centro se
comprometieron a intentar rehabilitar al can hasta que se pudiera
reinsertar de manera segura en la sociedad, siempre y cuando su dueño se
hiciera cargo de los gastos.Cuando esa persona dejó de pagar, el centro le dio de alta
precipitadamente y le confió la custodia de Gus al amigo de Bitney,
inexperto en el cuidado de perros “peligrosos”, según recoge la
denuncia.La situación judicial se agrava para Millán con las declaraciones de
la directora y del entrenador jefe del Centro de Psicología Canina,
quienes reconocen que Gus “no estaba listo para ser dado de alta” ya que
necesitaba “otros 18 meses de rehabilitación”.La directora Jen Woodard, en concreto, comenta que el mexicano no
estuvo en contacto con el animal en ningún momento y que, por lo tanto,
no trató de poner en práctica sus conocimientos para que mejorara la
conducta violenta del animal. De este modo, la enfermera norteamericana
ha decidido llevar a los tribunales.
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