Ergün Demir conquistó al público argentino con su personaje de Ali
Kemal en Las mil y una noches y a raíz de eso fue elegido por
Marcelo Tinelli como la figura internacional del Bailando.En la televisión se mostró simpático, carismático y sensible, pero detrás de
eso, también asoma una historia desconocida, de maltratos, ausencias y pobreza.Consultado en la revista Gente sobre este pasado, el actor dijo que su mayor
revés fue el maltrato."Siempre fui discriminado. Muchas veces me gritaron: '¡Volvete a tu país!'.
En Francia suele pasar. Hay mucha competencia con el inmigrante. Fuimos muy
pobres. En casa no teníamos ni calefacción y mamá nos vestía con la ropa que
donaban los vecinos. Cada tanto recuerdo esas tardes de verano que pasaba
mirando, agarradito a la reja, cómo los demás chicos disfrutaban de la pileta
del club del pueblo. Yo pensaba: '¡Eso es la felicidad!'."La felicidad para mí, siempre fue compartir. Si todos aquellos niños
hubiesen venido de este lado de la reja para jugar conmigo, yo habría sido
feliz. No era la pileta lo que me importaba".Ergün también habló de sus primeros pasos en escena y de un hecho traumático,
pero a la vez iluminador que lo hizo encontrar su vocación. A los diez años interpreté a El Principito en el acto de fin de año. La sala
estaba llena y cuando terminé vi a toda esa gente ovacionar de pie. Me emocioné
hasta que me di cuenta que no era a mí a quien aplaudían sino a sus hijos.
Mis padres no estaban allí: ellos siempre andaban de un lado a otro, complicados
con el tiempo y las preocupaciones por conseguir un euro. Me puse a llorar
pero elegí pensar que ese público también me quería, que había valorado mi
esfuerzo. Ese día, con esa sensación del alma, decidí que quería ser
actor".Su conflictiva relación con su padre, que quería que él fuera médico, abogado
o ingeniero, fue otro de los puntos que lo marcó. "Recién aceptó mi carrera
cuando interpreté Hamlet. Aunque con algo de desprecio, se acercó diciéndome
'está bien, hacé lo que quieras'. Y cuando nació Ali Kemal todo cambió. En el
pueblo él se había convertido en "el padre del artista" y sé que se sintió
orgulloso. El no supo ser buen padre. Pero yo ya pude perdonarlo".
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario