Quién puede creer la novela del niño rico y la malvada?

Cuánta estupidez. Cuántas horas de televisión desperdiciadas en ver a Fort llorar su amor por Silvina Escudero. “Porque perdí a las dos, a ella y a mi mujer, Virginia Gallardo”. Ni las peores telenovelas mexicanas hubieran pensado un argumento menos creíble.Y pobres Listorti y Denise Dumas que para ganarse el pan tienen que contener la risa ante las declaraciones del millo que hacía esfuerzos para llorar y no le salía. Porque buen actor no es.Igual, menor ver esta versión de “Los ricos también lloran” que el unitario dramático de Pachano y Alfano, comparando ficción con ficción. (fuente:laura ubfal)