Algún día vamos a blanquear que el conductor radial de Frecuencia Modulada se deglutía a las productoras de su programa, Carolina y Jackeline? ¿Nos vamos a animar a contar que detrás de un ser espiritual siempre se esconde un depredador que no deja títere con cabeza pero que después se aterra del periodismo chimentero cuando su alma está más sucia que ropa de bebé que empieza a gatear? Digo, de pronto, me parece, no jodamos, el medio es chico y nos conocemos todos. Si las dos que mencioné hablaran, mamita, queda cola pa´ arriba.
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