Viajó a Los Angeles para estar con su familia y acompañar de cerca su su querido sobrino Noah.
El tratamiento sigue su curso y no es fácil para un chiquito de tres
años, pero todo avanza por carriles profesionales en el día a día.Así lo vio Darío Lopilato quien regresó a Buenos Aires, después de pedir unos dias de reemplazo en “Bajo terapia”, adonde se reintegra.La paciencia, el tiempo y la confianza en los que saben, son las claves
para estar en paz y atentos al niño, sumado a la fe que profesan y
fuerte Luisana Lopilato, Michael Bublé y sus familias.Solidaridad sobra, por suerte. Como la de los compañeros y productores del filme “Los que aman, odian” que Lu había comenzado a filmar cuando surgió la noticia sobre la salud de su hijo mayor.Siguen filmando pero dejarán las escenas que Luisana hará cuando pueda viajar a la Argentina. Nadie la apura, claro.
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