Siguiendo con la teoría de Ricardito Fort, o bien optando por seguir su pensamiento, a esta altura, los gatos del multimillonario ya deberían estar en Ushuaia al igual que Tito. ¡Y sí, ellos también lucran con el chocolatero! Si a Tito se lo echó a pataditas en el toor porque atendió un kiosquito, hay que decir que los felpudos de Richard también curran bastante con poner la caripela en los bolichones. Se le escapa la tortuga a Ricardín
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