Lo primero es estar bien. Sentirse bien. Por eso Celeste Cid, a conciencia, aceptó que su padre y su hermano, y un amigo muy querido, la acompañaran ayer en el traslado a una institución en la provincia de Buenos Aires, donde buscará rehabilitarse.Atrás quedaron estos días en la Clínica Avril y hasta una visita al dentista camuflada, para evitar las permanentes guardias periodísticas.Ella sabe que la esperan el doblaje de la película de “Jeanine Meerapfel y “El lobo”. Pero primero será mirarse hacia adentro y encontrarse, feliz y sana.El resto vendrá cuando tenga que venir. Y le deseamos de corazón, que sea lo mejor para ella. (laubfal)
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