Seguramente no serán muchos los famosos que este año lleguen a
probar estas nuevas categorías, que fusionan danza y despliegue
escénico. Es que el esfuerzo y la destreza física serán claves. La bio-esfera es una bola tubular gigante que girará sobre su
eje y además se moverá, dejando a los participantes colgando desde la
estructura, a unos metros del piso. Ellos tendrán que acompañar
armónicamente la música de fondo y el vaivén de la esfera, de la que
podrán entrar y salir según marque la coreografía.En el caso de la gravedad cero, es una suerte de habitación
cilíndrica cerrada en la que poderosas turbinas mantendrán a los
bailarines flotando literalmente en el aire. En ese caso, la
coordinación de los movimientos será vital para desplazarse por el
espacio, subiendo y bajando de altura a voluntad. Y debido al intenso
viento, las parejas deberán usar un traje especial y unas gafas que los
protejan y garanticen la aerodinámica.
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