Antes que nada, vamos a dejar algo en claro: esa foto a la que alude el título de esta nota, no va a estar publicada acá. Sí podemos decir que hay un sitio que la publicó, y no vamos a decir cuál, para no romper las ilusiones de muchos.Porque la foto es, ni más ni menos, que la de Carozo y Narizota de espaldas, en los Martín Fierro, con sus titiriteros manejándolos.Sí, es obvio: todos sabemos que estos personajes de fantasía son muñecos, está bien. Muchos incluso conocen al “padre” de las criaturas, José Luis Telecher. Sin embargo, “ver” a los humanos detrás de los muñecos es una imagen demasiado impactante. No se hace. Es romper un código.Porque estos héroes anónimos, tal como lo informamos en nuestra nota, se encargaron durante toda la noche de no aparecer en la mesa, y dejarles su lugar a los personajes. Comieron en el piso, incómodos, acurrucados, para no romper la fantasía. Y que un medio lo haga, es una actitud, al menos, repudiable.No se hace.
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