La historia saltó hace poquito y tuvo amplia repercusión en los medios. El jugador, que recién había terminado su relación con la morocha, fue visto de la mano de una rubia en la noche porteña. La rubia se hizo la desentendida y dijo que no sabía que el futbolista tenía novia, mientras que la morocha rompió en llanto en la televisión, genuinamente conmocionada. Pues bien, hay una historia “oculta” detrás de esto: en realidad, al jugador le tendieron una trampa. Un diario porteño se encargó de hacerlo quedar muy mal parado. Mal hecho.
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