lunes, 29 de octubre de 2012

Tinelli no descarta un 2013 sin Bailando

Marcelo Tinelli tiene la cabeza puesta en 2013. Primero deberá cerrar la negociación con el canal que lo tiene en pantalla hace siete temporadas con Showmatch, pero mientras lo hace evalúa formatos y desarrollo de su ciclo para el año que viene.Un "Bailando" agotado lo lleva a pensar en hacer descansar el reality o ponerlo en pantalla solo dos días a la semana, reforzando el resto de las emisiones con novedades y una premisa clara: el humor.Tinelli recordará este 2012 como el año que más ha tenido que remar el número cada noche. Se vio obligado a ir en vivo también jueves y viernes para pelear el minuto a minuto y maniobrar en el aire por dónde ir cada emisión. Confirmó como nunca que él mismo es quien gana cuando se pone en protagonista de las situaciones, cuando juega pasos de comedia y básicamente cuando es quien se divierte con lo que aparece. La impronta manda mucho más que lo planeado: ni Gasalla ni Florencia Peña hicieron explotar el termómetro; sino rarezas como Charlotte Caniggia o el desenfado de la sueca Alexandra pusieron un tinte distinto.El conductor arrancó el 11 de junio sabiendo que el año era distinto frente al tanque Graduados: aventuró su umbral de expectativa en un promedio para todo el ciclo de entre 22 y 24 puntos; espera a mediados de diciembre para sacar cuentas.Hizo públicas al aire sus ganas de intentar un "Nadando": se sabe que es un formato carísimo pero no imposible. Uno de sus productores jefes, Chato Prada, estuvo en la Mip Com de Cannes viendo formatos nuevos. La flexibilidad que le da el Bailando le permite encontrar muchos personajes, potenciar los que le rinden o dejarlo simplemente a un lado para jugar al fútbol, como hizo durante el ritmo en la arena.Un Tinelli comediante, con más humor que nunca, es la premisa 2013. Si para ello el formato del Bailando tiene que quedar afuera o darle un descanso, se hará. Hoy nada se descarta ni nada se confrirmará: para eso falta y antes deben pasar varias cosas: firmar con el Trece, terminar el año airoso y recién después pensar en lo que viene.

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