En diálogo con Jorge Rial para su programa Ciudad Goti-k,
Karina se quejó porque la relación ya no era lo que fue en los primeros
meses: "Siempre la misma pregunta: '¿Y, Karina, por qué Leo no te
acompañó?' y él me decía: 'Vamos a estar bien, dejá que solucione mis cosas y vamos a ser lo que éramos antes'"."No soy una mujer perfecta, pero trataba de serlo, aprendí a cocinar, esas cosas al pepe. Me hubiera dicho 'no tengo tiempo para ser más tu marido' y nos separábamos", opinó Jelinek, quien también reconoció que en
el sexo tampoco estaban de lo mejor: "Teníamos lo básico, lo mínimo
indispensable. Pero no quiero hablar de este tema, es un tema más
profundo".De todas formas, a pesar de su
enojo, ella sigue queriendo lo mejor para él: "No le deseo el mal,
quiero terminar bien con él. Recién ahora salgo a hablar. Que arregle sus negocios y sus cosas y que desaparezca de mi vida, no quiero saber nada".Rial
le comentó que en uno de sus encuentros con Fariña, el joven le había
dicho que su esposa era demasiado frívola, pero Jelinek respondió: "Si
él me eligió a mí es porque le gustaba, él no me decía lo que me estás
diciendo vos. Si éramos de dos mundos diferentes, ¿por qué no me
dejó? Nos sentábamos a hablar como dos personas maduras, porque una
persona inteligente hace eso, no hacerme pasar esta humillación en
público en la tele. Y cosas que me enteré que no están en la tele porque
me han llamado del entorno de él".Sobre
el trabajo de su marido y el dinero para pagar su costosa boda, contó:
"Me dijo que era contador y asesoraba a empresas y personas. Me dio por las pelotas enterarme que me habían pagado el casamiento.
Mi familia fue al casamiento y no está bueno enterarse por la tele. Yo
me casé enamorada de verdad, estaba embobada. Me trataba bien, nos
llevábamos bien, era todo como perfecto, el amor no tiene explicación".En los primeros meses de casada, Jelinek se enteró por la prensa que su marido tenía un hijo: "Me dijo: 'Vas a ver que no es mi hijo, que es mi sobrino'. Ya no sé qué pensar, no me voy a meter con su familia, la familia no tiene la culpa y no lo estoy justificando, tiré el anillo, nos vamos a separar"."Ahora estoy más calmada, hablé con mi psicólogo, me dio consejos. No salí de casa por dos días porque estaba mal. Una mujer despechada puede hacer cualquier cosa y yo no quiero llegar a eso.
Como no quiero que se escandalice más, elegí dos abogados discretos. No
sé si tiene plata, no tengo ni idea, pero no creo que sea capaz de
pedirme plata. Me pidió perdón, pero no es el caso, si te miente una
vez, te va a mentir siempre la persona. Ahora estoy concentrada en cómo tengo que separarme y hacer mis cosas bien"."Al principio quería tirar su ropa por la ventana, pero ahora quiero terminar bien, no quiero quilombo. Mis abogados están manejando todo y vamos a ver cómo termina esto", concluyó.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario