Una clásica de la navidad es que los novios, esposos, tortolitos o como corno quieran llamarlo, se hagan regalos mutuamente, un poco para demostrar el afecto y para continuar con la tradición de Papá Noel. Sin embargo, la actriz Soledad Silveyra no quiere que Chacho Álvarez le haga regalos porque, al parecer, el ex vicepresidente no tiene un mango partido al medio. Me cuentan que renunció a las jubilaciones de los cargos que tuvo en la función pública y se alista para vivir de la actividad privada. Sin embargo, las cosas no le salen como imaginaba y debe recurrir a sus hijos, quienes en más de una oportunidad bancan al viejo en las buenas y en las malas. Sin ir más lejos, el otro día, Chacho se fue a comprar un jean y al momento de pagar, Solita peló la billetera e intentó premiar a su novio. Hete aquí que la prenda costaba 800 manguitos y la también conductora de “Un tiempo después” consideró que el valor era sumamente alto. Se retiró enojada y sin el lompa de Chachín. No soy devoto del ex Frepaso pero evidentemente en la política argentina, el que no es corrupto se muere de hambre. Los que meten le meten la mano en la lata al pueblo no atraviesan esos vaivenes económicos
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario